Hoy ha costado abrir los ojos, el calor y el ruido no nos han dejado dormir hasta hace un par de horas. Ramiro sigue en la cama. En otra ocasión ya estaríamos dandole la vara para que se levantara, pero su noche ha sido aún más movidita. Diarrea y vomitos continuos. Me parece que su estómago no está tan a prueba de bombas como decía anter de ayer. Esta hecho polvo, así que tras una pequeña puesta en común decidimos que la etapa de hoy (95 km) sólo ha haremos Badillo y yo. Rami cogerá el bus hasta El Kelaa para intentar recuperar algo de fuerzas y poder continuar el resto del viaje en bici.
Desayunamos en la avenida principal de Ouazarzate, donde por 12 Dh nos plantan un zumo de naranja, varios panes, un dulce, mantequilla y mermelada. El lugar es una mezcla entre una pastelería y una enfermería: azulejos blancos, mobiliario de hierro con 15 capas de pintura encima . .
A esta hora, y en ramadán, Ouazarzate está desierto. Sólo 4 o 5 guiris como nosotros que desayunan para comenzar sus excursiones en 4x4. Intentamos comprar agua, pero resulta imposible. No hay nada abierto.
Nos queda medio litro de ayer. Confiamos en nuestra buena suerte y decidimos ir saliendo de la ciudad, ya encontraremos algo . . .
Saliendo pasamos por la Kashba de Ouazarzate, preciosa. Nos da pena no haberla visto el dia anterior. Sólo estuvimos paseando por la parte oeste de la ciudad y no perdimos esta otra. En fin . .para la proxima.
Cuando queremos darnos cuenta, estamos ya en la carretera. Son las 8 de la mañana, y ya va calentando algo el sol. Tenemos por delante 95 Km por la Ruta de las Mil Kasbash. La salida de la ciudad impresiona, es como salir a la nada. Casi no hay horizonte, y la ausencia de sombra asusta un poco.
Poco a poco comienzan a aparecer Kasbash. Es increible la capacidad que tienen para trasladarte a otros tiempos. No cuesta imaginar la vida hace unos siglos en estas construcciones.
Pedalear por aquí es especial. Son grandes rectas que se pierden al fondo en la nada. Da tiempo a todo, a hablar, a pensar, a reflexionar... el silendio ayuda.
El pantano de Ouazarzate es enorme y se intuye al sur de la carretera por la que pedaleamos.
Llegamos casi a tocarlo en un punto donde increiblemente vemos un conjunto de kasbash totalmente restauradas, rodeadas de palmeras y mucho verde, es algo parecido a la idea que teníamos de un oasis, pero no, se trata del ROYAL GOLF. Un campo de golf en medio del desierto . . . en fin....
Poco despues encontramos una pequeña tienda en medio de la nada donde conseguimos agua. Uf, al fin podemos dejar de racionar la que tenemos. Compramos 6 litros y nos bebemos 2 en ese momento.
La ruta es cómoda de pedalear, sube y baja con pequeñas colinas, pero es tranquila y relajante. Alcanzamos SKOURA, donde comimos seguramente las mejores ensaimadas de nuestra vida. La vida en estos pueblos fluye sin parar. Todo se mueve. Seguimos.
Desde lejos vemos correr a un chico, nos ofrece un cubo lleno de higos. Compramos la mitad y a falta de bolsas de plastico, usamos el casco de badillo forrado de hojas verdes. Lo reservaremos para disfrutarlos en la próxima sombra.
A la media hora paramos en una construcción, la primera sombra que encontramos consiste en un escalón en la puerta de la casa, que nos permite sentarnos. A partir de las rodillas nos dá ya el sol. Compartimos los higos como un manjar. Me encantan estos momentos.
Pasamos calor, ahora sí es la primera vez en el viaje que el sol está apretando de veras.
Como si alguien nos hubiera oído, por la derecha comenzamos a ver nubarrones. No puede ser. Pue sí, en 20 minutos comienza a llover, en Agosto, en el desierto . . . a ver si va a ser verdad lo del aura . . .
Gritamos y nos reimos. La lluvia nos empapa de energía.
La llegada a El Kelaa es especial. El asfalto mojado evapora el agua a una velocidad alucinante. Notas como el vapor sube.
Rami nos espera en la entrada de El Kelaa. Tiene mejor cara. La suerte, el destino o lo que sea . . . hace que nos espere en la entrada, justo enfrente de una Kashba restaurada en un precioso hotel. Nos dá por preguintar el precio de la triple y nos ofrecen por 300Dh una triple de lujo con desayuno incluído. La habitacion es enorme y con los estandares de un 4 estrellas español... son 9 euros por barba, una bicoca.
Highlights: Ruta de las Mil Kasbash
Km en bici: 95 km (100% asfalto)
Horas en bici: aprox. 5h30
Alojamiento: Hotel XXXX en El Kelaa Mgouna. 300 Dh una triple enorme y lujosa con baño dentro y desayuno. Sin A/C.
Comida: Cenamos en el hotel por comodidad. No merece la pena, comida de calidad normal a precio un pelin caro (35 Dh el tallin), es mejor entrar en el pueblo donde hay muchas mas posibilidades a mejores precios.
Enseñanzas:
"Por mucha pinta de caro que tenga un sitio, preguntarás siempre cuanto cuesta, lo mismo te llevas una agradable sorpresa"
para otra llevaros alguna bolsa pesa poco.
ResponderEliminarque bien os lo montais, que envidia